
lguien me dijo: es hora de sacar ese engendro que gobierna tu ser, es hora de que asustes al mundo con su terror, sin embargo me pregunto; si estar habituado a tantas cosas repetitivas de una vida grisácea, puede concebirse como algo realmente terrorífico, aun reuniendo todas las horas de desprecio he impotencia creo que causa más miedo una palabra aun no inventada que se repite cada noche en mis pesadillas.
En medio de mi oscuridad nada puede ser mas oscuro, nada se puede ver ni oír en este vacio absoluto y de repente su luz es tan abundante que me enceguece y siento una gran ansiedad por la fuerte destrucción que presiento, todo lo que deseo acabará; es el fin de todo aquello que me agrada, mi cuerpo atemporal perdido y sin rumbo en esta realidad desconocida se desliza sobre un camino de piedras redondeadas, mirando a cada lado del sendero y pensando; “todo esto desaparecerá” cada árbol será cortado, se proyectará un campo de guerra en un futuro no muy lejano, por ahora se me ocurre decirme; mejor cállate pensamiento perturbado disfruta del ímpetu y la belleza de esta naturaleza resentida.


En mi visión no dura mucho esta imagen casi real y soberana del mundo, esto no es para nada agradable pues los colores se opacan hasta volverse grises sobre el ambiente, todos los seres asustados salen corriendo sin control y por todas partes se pueden escuchar gritos diciendo: “lluvia de cemento líquido” es un torrencial aguacero de cemento que cae mientras recuerdo palabras que anteceden mi pensamiento, no me sorprende para nada esta abrupta precipitación, que destruye e inunda las fuentes mas puras y los prados , las aves caen por el peso de sus alas, las vacas se asfixian, los corderos se arrepienten y mueren, los malditos se alegran y se regocijan colmando su sed de maldad, los buenos lloran sangre pues sus ojos débiles no toleran la acidez del cielo.

Me sorprendería realmente si encontrara un ser sobre la faz de la tierra capaz de crear un proyecto para recrear lo que acabo de contar, pero pensándolo bien la posibilidad es muy alta así que mejor me retracto; pues fingiré sorpresa. Esto que ensucia los jardines mas florecidos es la gran imagen que proyecta mi mente al amanecer mientras despierto, aun recuerdo las noches del siglo pasado, cuando los campos parecían mas verdes con el dulce aroma de la sangre en los ríos y los bosques, todo fue por conservar el protocolo, un orden austero pero sublime; me trae muchos recuerdos la época, la guillotina por diversión decapitar a todos incluso al líder bajo cualquier matiz de sospecha.