Cali Colombia

sábado, 15 de mayo de 2010

Noche de extravagancias “Noctum dêmentia, ae”




Son las 12:27 a.m. A mi parecer la hora idónea para abrir los más oscuros portales de la mente, doy la bienvenida a mi seguidores y también a los afligidos, ricos, alegres y bastardos en general; seguidme al extremo norte de la torre, donde los puntos cardinales confluyen, estad preparados espíritus inquietos, que pronto se os abrirán las puertas de la muerte, contemplad con admiración las abominaciones del cosmos; mientras que en otros lugares de la ciudad hierve la sangre por la represión de violencia odio y miedo; ustedes mis anfitriones sufren bajo el efecto de un horror controlado, en el que sus emociones serán desgarradas y despedazadas por mil cierras envenenadas.




Vosotros enfrentaréis de frente la bestia halada que visita cada noche vuestros aposentos mientras duermen, calmad con gritos de pavor la ansiedad, el arrepentimiento, la angustia; ahora tan solo caminad sobre el filo de la cortante espada, ustedes sois los primeros hijos privilegiados, seres liberados de la real amargura de un mundo efímero, que pinta de negro la ciencia.

Pasemos a los encierros de la personalidad, aquí sobre este paisaje de grandes castillos, cerrad los ojos y observad con magnificencia, la soledad del alma. La nada existe por un instante, los demonios asecharán sus cuerpos. Distancia y equilibrio, para que la mente no sienta frió; es necesario proseguir, flotad como viajeros hasta el planeta de las esferas flotantes, invocad los gravados de esta piedra en arameo.




Escuchad y seréis purificados, todos tenéis una vertiente de sabiduría, hacedle caso y seréis fuertes a los retos, no la malgastéis en instantes de tiempo insignificantes, el pasado cobra por los errores y sus recuerdos muy poco los regocijan. Proyectad en su cristal, todos vuestros días de oscuridad, el sentimiento de culpa, el desprecio, vuestras perdidas, ese trono que construyeron en las mentiras y la acción de venganza, esa venganza sin motivo aparenté. Vosotros sois la maldad y el ejemplo de humanidad, la rabia absurda, la impotencia de no estallar ante la situación. ¡Que gran contradicción!

Veo como sus cuerpos no soportan tanta carga, consumidos por las llamas de sus propias vidas reflejadas en el cristal, tendréis la pericia de no existir tal cual eran conocidas hasta hoy, aún carentes de sentimientos pueden sentir dolor, aún llenos de odio extrañan lo que alguna ves fue amor, pero tranquilos que el destello maligno de la luz que siempre imaginasteis volverá. Tan solo pidan purificación y serán desprendidas vuestras carnes, ya no sentiréis miedo, solo la fascinación de ser mis elegidos.




Después de un prolongado tiempo fue interrumpido el silencio, por el gotear de la sangre, estáis parados sobre las arenas blancas de un desierto terrestre, contrastante con el silbido del viento, chillan saliendo todos estos cuerpos, con sus ojos arrancados de orbita, es el vivo rostro de la muerte que se rehúsa ser burlada y toma un aspecto siniestro; testifico más fascinación por la brillante cultura antigua, mis guiados no se ofuscan, más bien aprenden y se cuestionan diciendo: “ya no hay maldad que nos asuste, ni horror que nos descontrole” ¿Qué mas podremos sentir siendo libres de ataduras? yo hablo y digo: han sido purificados.





Es el fin de un capitulo, sin embargo sus gargantas en un brusco instante son desgarradas por los garfios del Guardián de la tumba, el lanza un ataque sobre mis lúcidos elegidos, aprovechando la confiada inmovilidad de las presas; es superior y no acepta mi logro, procede como un demonio renegado que es, siempre reprocha con actitud altanera mi altruismo sobre el mundo, es mejor no pelear con el, entiendo las implicaciones que eso traería, vuelan por todos lados piezas de mis elegidos seccionadas; caen allí mismo inmóviles mostrando la lividez chorreante suplicando explicación con la mirada. Cuando el asesino de cuerpos se marcha, las partes son lavadas y arropadas con esencias benditas bajo mi orden, sus almas son reordenadas con respeto, ubicadas sobre nuevos caminos trazados.

Nunca es el tiempo indicado para las almas, en el espacio y el tiempo descansan y aprenden, no sienten miedo, pues yo los libere, sobre los confines del universo se ciernen sentimientos ajenos a la voluntad humana. Están los maestros ancianos que infunden el miedo sobre la semilla, se niegan a que alguien como yo intervenga en vidas humanas, se niega a que sean llamados a mi presencia, para ser liberados de su carga por el guerrero que existe sobre los confines.



Guardián de la tumba

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